Las vitaminas son unas sustancias esenciales para la vida del organismo humano que se encuentran en los alimentos en concentraciones muy pequeñas. La falta de ellas provoca muchas enfermedades, además de ser la mejor protección para el cáncer ya que son efectivos antioxidantes.

En el mundo occidental han aparecido nuevos casos de estas afecciones en personas que consumen principalmente platos precocinados y conservas, omitiendo de su dieta productos frescos como frutas y verduras. Pero no sólo la mala alimentación conduce a la avitaminosis también influye la absorción deficiente el intestino o los desequilibrados en la dieta.

En 1747 el médico escocés James Lind observó en una de sus travesías a bordo del Salibury que si los marineros ingerían naranjas y limones no desarrollaban la enfermedad del escorbuto, uno de los riesgos más temidos de las largas travesías, ya que producía astenia, anemia y hemorragias en las encías y en los órganos internos. A partir de entonces sucesivas investigaciones han demostrado que las vitaminas son esenciales para el buen funcionamiento del organismo, una mala alimentación puede provocar graves trastornos.

La vitamina A protege y mantiene los tejidos celulares, interviene en los procesos inmunitarios para evitar las infecciones y es vital para la visión, muchas enfermedades oculares ocurren por la falta de esta vitamina, se encuentra en productos de origen animal como la mantequilla, la yema de huevo y el pescado graso.

La vitamina B es sobre todo importante para metabolizar los hidratos de carbono. La forman distintos compuestos (B1, B2, B3, B5, B6, B7, B12 y el ácido fólico), la falta de cada uno de ellas puede producir diferentes enfermedades. Los alimentos ricos en vitamina B son principalmente el cerdo, las vísceras y los cereales enteros o enriquecidos.

La vitamina C además de prevenir el escorbuto interviene en el mantenimiento de los vasos sanguíneos, la cicatrización de las heridas, tiene funciones inmunológicas y favorece la absorción del hierro. Se encuentra en los cítricos, pero también en las grosellas, el Kivi y las fresas y en algunas verduras como el pimiento verde, la coliflor, el tomate y el nabo.

La vitamina D es necesaria para la absorción de nutrientes como el calcio y las proteínas, cuando su absorción es deficiente, provoca en los niños raquitismo, problema que se agrava en los países con climas fríos, ya que es necesaria la exposición al sol para su asimilación. Se encuentra principalmente en los vegetales, la leche, sardina, hígado, huevo y quesos.

La vitamina E es el mas importante antioxidante, retarda el envejecimiento celular debido a la oxidación y evita daños del colesterol en las paredes de las arterias, junto a lavitamina A protege a los pulmones de la contaminación. Los alimentos que más vitamina E contienen son el aguacate, el maíz, el germen de trigo, la soja, los espárragos, las espinacas, el tomate y la manzana.

La vitamina K participa en diferentes reacciones en el metabolismo, como coenzima, y también forma parte de una proteína muy importante llamada protombina que es la proteína que participa en la coagulación de la sangre. Para poder absorber la vitamina K cuando se encuentra en el intestino, es necesaria la participación de las grasas; una dieta sin grasa puede ser perjudicial. Se encuentra principalmente en el brócoli, la lechuga, los cereales, el huevo y la carne.

Aunque la falta de vitaminas puede producir otras enfermedades como la caída del pelo, hemorragias, enfermedades cutáneas, etc. también es peligroso consumirlas en exceso, principalmente las liposolubles como la A y la D, las vitaminas que no son utilizadas por el organismo tienden a acumularse en la grasa, provocando graves enfermedades. La necesidad de vitaminas debe cubrirse con una dieta sana y una adecuada alimentación, no se deben tomar suplementos vitamínicos sin el consejo de un médico.