El bocio es un agrandamiento de la glándula tiroides, una glándula que regula el organismo. ¿Cómo reconocer el comienzo de un bocio? ¿Qué causa esta hinchazón y qué tratamientos existen para reducirla?
¿Qué es el bocio?
El bocio corresponde al aumento de volumen del tiroides. Es una glándula endocrina, con forma de mariposa y situada en la parte anterior del cuello, cuya función es garantizar la secreción de hormonas tiroideas. Estas hormonas desempeñan un papel regulador en el organismo, sobre todo en lo que respecta al crecimiento y la activación del metabolismo.
Existen varios tipos de bocio:
- Bocio endémico
- Bocio multinodular
- Bocio epidémico
- Bocio compresivo
- Bocio metastásico (tumor)
Síntomas: cómo reconocer el inicio de un bocio
Se puede reconocer por el hecho de que el cuello empieza a hincharse. Pero cuando está realmente hinchado, significa que el bocio está ya en una fase avanzada. Además, esta hinchazón puede provocar dificultades respiratorias, dificultad para tragar (disfagia), así como trastornos de la voz, debido a la compresión de los órganos vecinos.
Causas - El bocio puede deberse a:
- Un desequilibrio en la síntesis de las hormonas tiroideas.
- Una carencia de yodo, un oligoelemento necesario para la síntesis de las hormonas tiroideas y que se encuentra principalmente en el marisco y la sal marina.
- Una afección de la glándula (tiroiditis, enfermedad de Graves...).
- Un tumor.
Complicaciones
Ciertas complicaciones pueden ser las consecuencias de su aumento de volumen: modificación de la voz con parálisis de una cuerda vocal, problemas de deglución y de respiración, compresión venosa... A esto se añaden las complicaciones ligadas a la disfunción hormonal del tiroides: pérdida de peso, taquicardia, temblores, ansiedad, diarrea en el caso del hipertiroidismo o aumento de peso, depresión, cansancio y estreñimiento en el caso del hipotiroidismo.
¿Cuándo y a quién consultar?
En cuanto notes un engrosamiento del cuello, pide una cita con tu médico. Si es necesario, te remitirá a un endocrinólogo.
Diagnóstico
El diagnóstico se realiza tras la observación y la palpación del cuello. El médico prescribirá entonces exámenes adicionales para confirmar el diagnóstico y encontrar la causa. Se realizará una gammagrafía tiroidea y una ecografía. Durante esta prueba se miden las hormonas tiroideas en la sangre. También se realizan análisis de sangre para detectar anticuerpos que puedan indicar una enfermedad autoinmune, como los anti-TPO, los marcadores más significativos de la autoinmunidad tiroidea.
¿Qué tratamientos existen para reducir el bocio?
El tratamiento dependerá del origen de la formación del bocio. Si la causa es la carencia de yodo, la administración de este oligoelemento ayudará a reiniciar la síntesis de la hormona; se prescribirá un tratamiento con fármacos sintéticos antitiroideos en caso de exceso de secreción; a veces, se propondrá un tratamiento más radical con el uso de yodo radiactivo para destruir parte de la glándula hipersecretora. En algunos casos de hipertiroidismo, es necesaria la extirpación parcial o total de la glándula tiroides. Por último, se pueden proponer tratamientos de sustitución (hormonas sintéticas), en el caso de una síntesis defectuosa de las hormonas tiroideas.
Operación: ¿en qué casos?
Si el tratamiento falla o si el volumen es muy grande, se puede proponer la cirugía. Consiste en la extirpación parcial o total del tiroides. Esta cirugía se realiza bajo anestesia general y dura aproximadamente 1h30. El cirujano realiza una pequeña incisión en la base del cuello y procede a la resección del órgano. Las secuelas no son muy dolorosas y se calman fácilmente con analgésicos.
Puede notarse un cambio temporal en la voz (ronquera). Por otro lado, el cuello puede permanecer hinchado durante unos días, dificultando el movimiento de la cabeza. Se puede volver a comer al día siguiente de la operación. A menudo será necesario un tratamiento hormonal en las semanas siguientes, especialmente en el caso de la extirpación total del tiroides.
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