El mes de febrero es momento de magia y diversión gracias a la fantasía que surgen de los disfraces. A través de un disfraz, puedes convertirte por un momento en otra persona, olvidarte de los problemas, poner en práctica el sentido del humor y reír más en medio del drama de la crisis económica. Para poder disfrazarte sólo necesitas creatividad e ingenio, es decir, incluso con ropa que tienes por casa y que ya no utilizas, puedes pensar en una idea para sorprender a tus amigos y familiares. Muchos chicos tienen la costumbre de disfrazarse de mujer en carnaval (y a la inversa).
Por otra parte, puedes comprar un disfraz a muy buen precio en tiendas de tu ciudad. A veces, con una simple peluca puede ser suficiente porque tal vez, el resto de los complementos los tengas en casa, o alguien te los pueda prestar. Además, Carnaval es una celebración que une a la familia, a los niños con sus padres y a los abuelos con los nietos. Incluso, puedes animarte a organizar una fiesta de disfraces en casa un sábado por la tarde. Para ello, organiza una cena o una merienda.
Algunas personas no disfrutan con los disfraces, tal vez, porque les da vergüenza ya que son muy tímidas. Sin embargo, la clave reside en encontrar un disfraz que de verdad se adapte a tu personalidad, a tu estilo y a tu modo de ser. Es decir, debes sentirte cómodo y seguro de ti mismo más allá de ir disfrazado. Participa en la tradición cultural y celebra este Carnaval 2012 como si fuese el mejor de tu vida. La aventura de vivir es positiva cuando se afronta con alegría y con motivación. Es decir, lo más importante es la actitud.
Felices Carnavales, al compás de la magia de un disfraz.
