Baumgartner, austriaco de 43 años alcanza desde la estratosfera los 1.173 km por hora, superando la barrera del sonido.
Felix Baumgartner, el hombre-bala, logró batir el 14 de Octubre de 2012 nada menos que tres de los cuatro records mundiales que tenía en su mano, en una sola prueba. El vuelo más alto en globo (39.068 m), la caída libre desde mayor altura, la mayor velocidad (1.173 km por hora) y el record que le quedó pendiente, el de mayor tiempo en caída libre (4 minutos y 16 segundos).
Sí, como lo leen. Un salto libre a más de 39 km de altura. Saltó desde un globo del tamaño similar al del Santiago Bernabeu, y con un descenso de 1.173 km por hora, logró romper la barrera del sonido.
Aparte de ser un evento claramente promocional, para Red Bull, (Red Bull Stratos), el descenso servirá de prueba para en un futuro y en caso de que los satélites sufran una avería grave, los astronautas puedan sobrevivir arrojándose igualmente desde el satélite.
Baumgartner, mientras cayó, colocó su cuerpo de una manera concreta antes de llegar a la velocidad del sonido, pero para estabilizarlo necesitó la resistencia del aire y durante 30 segundos no la tuvo, por lo que no pudo controlar la manera en que gire su cuerpo, el cual al final consiguió de forma positiva. Sin duda alguna, toda una azaña para este austriaco de 43 años de edad.
Debido al exceso de viento, la proeza que intentaba Felix Baumgartner para convertirse en el primer humano en romper la barrera del sonido en caída libre a más de 36 km de altura, ha quedado cancelada después de que el martes 9 de octubre de 2012 haya sido abortado el intento por segundo día consecutivo, el domingo finalmente logró realizarlo.
El pasado Martes 9 de octubre de 2012 se llegó a iniciar el inflado del globo que pretendía subir a Felix Baumgartner hasta la estratosfera, pero debido al viento han tenido que abortar. Parece ser que uno de los inconvenientes del globo es que una vez se infla, hay que desecharlo. El mayor globo jamás construido, cuya altura es de 180 metros, viene a ser como el tamaño del estadio del Real Madrid, el Santiago Bernabeu, cubriendo unas 16 hectáreas, según datos de la misión. Su material es tan ligero y de de una delicadeza, que si no se cumplen unas condiciones exactas de temperatura, humedad y viento, entre otros varios factores, es imposible que puedan hacerlo volar pues correría el riesgo de romper, y es que cuando hablamos de "mucho viento", nos referimos a tan solo 5 kilómetros por hora. La velocidad del viento no puede superar los 5 kilómetros por hora para garantizar que no se dañe su tela, la cual tiene un grosor, ojo al dato, de tan solo 0,002 centímetros, unas 10 veces inferior al grosor de una bolsa plástica de centro comercial.
Una vez las condiciones fueron las apropiadas para que el globo efectúe su ascenso, así como para que Felix Baumgartner pudiera lograr adquirir la velocidad jamás conseguida por un humano siquiera con ayuda mecánica, se procedió a efectuar el salto con el globo de backup que tenían preparado.
Baumgartner logró batir tres récords mundiales: Primer humano en superar la velocidad del sonido sin ayuda mecánica, salto en caída libre desde mayor altura jamás realizado y el ascenso en globo más alejado de la tierra, 39 km de altura.