Cómo afrontar un cáncer en la familia

Mientras la profesión médica se esfuerza por tratar y superar el cáncer, las personas con cáncer deben aprender a vivir con el diagnóstico. Dado que no hay una única forma de vivir con el cáncer, cada uno debe encontrar la correcta.

Cómo afrontar el cáncer en familia

Cuando a una persona se le diagnostica un cáncer, todos los miembros de la familia se ven profundamente afectados. Sus reacciones pueden ser de enfado, desesperación o miedo. Un cónyuge tiene miedo de perder a su pareja, los padres tienen miedo de perder a su hijo, y los hijos tienen miedo de perder a un padre.

Especialmente para los niños, es muy difícil aceptar que un padre, un hermano o una hermana estén enfermos. Por lo general, no se les permite participar en las discusiones y sólo escuchan fragmentos de las conversaciones. Puede que todavía sean demasiado jóvenes para entender lo que está pasando. Además, pueden sacar conclusiones precipitadas y suponer lo peor. A veces también pueden pensar que es su culpa. Por lo tanto, la comunicación abierta y honesta con los niños es esencial. Existen excelentes recursos que proporcionan información sobre cómo hablar a los niños sobre el cáncer, incluyendo el momento y la precisión de las explicaciones. Además, existen recursos como sitios web, libros y vídeos diseñados específicamente para los niños.

Para ayudar a las familias a tomar el control de la situación, muchos hospitales y clínicas especializadas tienen reuniones de grupos familiares, facilitadas por consejeros o trabajadores sociales. Los cónyuges también se benefician de este tipo de apoyo, que les permite conocer mejor la experiencia de su pareja y cómo pueden ayudar. Este tipo de grupo también ofrece la oportunidad de que los cónyuges de las personas con cáncer expresen sus emociones y temores.

Si no sabes cómo hablar del cáncer con los miembros de tu familia o tus hijos, es importante que seas sincero y que averigües qué recursos tienes a tu disposición. Conocer a otras familias que entienden la enfermedad, los efectos del tratamiento y los altibajos emocionales puede ayudar mucho a sobrellevar la situación.

El conocimiento es la fuerza

A menudo oímos decir que el conocimiento es la fuerza, y esto es cierto cuando se trata de la atención sanitaria. Si aprendes todo lo que puedas sobre el cáncer y su tratamiento, superarás el miedo y harás que tu situación parezca menos desagradable. De hecho, cuando comprendes lo que ocurre a tu alrededor, te conviertes en el miembro más importante de tu equipo de atención sanitaria. Con la información, descubrirás que las decisiones se tomarán contigo y no por ti.

¿Cómo puedes saber más sobre el cáncer? Empieza por hacer preguntas. Algunas personas tienen miedo de ocupar demasiado tiempo de su médico, pero es importante informarse y obtener respuesta a sus preguntas. Al fin y al cabo, eres quien debe pasar por el proceso de diagnóstico y tratamiento, y los médicos tienen mucha de la información que necesitas. Pero responder a tus preguntas es parte del tratamiento.

Si te preocupa que puedas olvidar tus preguntas, prepárate antes de la consulta. Ten un cuaderno al lado de tu cama, en tu escritorio o en un lugar conveniente. Escribe brevemente tus pensamientos o preguntas en cuanto se te ocurran. Puedes hacerlo incluso durante tu estancia en el hospital. Allí, es posible que sólo veas a tu médico durante unos minutos al día. Así que anota tus preguntas para poder formularlas con tiempo.

Entonces, investiga un poco. La asociación del Cáncer sería un buen lugar para empezar. Pueden darte información general y remitirte a otras fuentes de información. Ve también a la biblioteca y lee historias de personas que han pasado por la misma experiencia. Recuerda que siempre puedes contar con el bibliotecario para ayudarte a encontrar revistas médicas y otras publicaciones.

Y luego está Internet, donde se puede encontrar información sobre cualquier tema. Internet es una increíble fuente de información y apoyo, pero es importante recordar que, al igual que otros tipos de medios de comunicación, no siempre transmite únicamente mensajes objetivos. Cuando encuentres un sitio que ofrezca información sobre tu tipo de cáncer, comprueba que sea un sitio serio y veraz y que no ofrezca "curas milagrosas".

asumir cancer

Encontrar y proporcionar  apoyo

No todo el mundo representa el apoyo de la misma manera, y también puede adoptar diferentes formas. Algunas personas quieren conocer a personas que están en su misma situación, otras prefieren la comodidad de los amigos y la familia, algunas personas son más propensas a confiar en los profesionales de la salud, como los trabajadores sociales o los psicólogos, y algunas personas prefieren combinar sus fuentes de apoyo.

Sean cuales sean tus preferencias, es importante que puedas desahogar tus miedos y preocupaciones, que entiendas que no eres el único y que está bien pedir ayuda. Las investigaciones demuestran que las personas que se unen a un grupo de apoyo disfrutan de una calidad de vida mucho mejor que las que no lo hacen.

La mayoría de los hospitales y clínicas oncológicas tienen grupos de apoyo o pueden ponerte en contacto con uno. Infórmate sobre los grupos de tu zona, especialmente si no estás cerca de un hospital. También puedes buscar en Internet la oficina de la Asociación del Cáncer más cercana.

Hay tres excelentes razones para unirse a un grupo de apoyo. En primer lugar, permite a los participantes expresar sus necesidades y preocupaciones, compartir sus experiencias y hablar con personas que saben exactamente cómo te sientes. Además, el grupo suele estar bien informado sobre los últimos tratamientos y las novedades en este campo. No sólo puedes obtener respuestas a muchas de tus preguntas, sino que también puedes aprender estrategias prácticas para la vida diaria: qué hacer con los niños cuando te sientes cansado, qué alimentos son apropiados si sientes náuseas, cómo explicar tu enfermedad a amigos y colegas.

Por último, los grupos de apoyo pueden informarte sobre los diferentes tipos de ayuda que puedes obtener cuando estás en tratamiento. Por ejemplo, algunas agencias proporcionan transporte de ida y vuelta al hospital en los días de tratamiento, y hay voluntarios que te ayudan a preparar las citas y te esperan mientras recibes el tratamiento.

Otro recurso es Internet, que te da acceso a muchos grupos de apoyo y salas de chat. En este mundo virtual, incluso las personas que están confinadas en sus casas pueden encontrar consuelo en línea. Muchas personas que pueden salir de casa prefieren el anonimato y la comodidad de los grupos de apoyo en el ciberespacio a una reunión presencial. Este entorno de comunicación les permite proteger su identidad y ofrece la gran ventaja de que los grupos de apoyo están casi siempre disponibles las 24 horas del día, los 7 días de la semana. Así que si no puedes dormir, tienes muchas posibilidades de encontrar a alguien con quien charlar, incluso en mitad de la noche. Si te sientes demasiado enfermo para salir, pero tienes fuerzas para activar el teclado de su ordenador, te conectarás con alguien que podrá conseguirte el apoyo que necesitas. Muchas amistades fuertes se han formado a través de Internet. Esta red ha cambiado muchas vidas.

Desafiando al cáncer

Cuando escuchas a un médico decir: "Tienes cáncer", es una noticia abrumadora. Tras el shock inicial, tu vida ha dado sin duda un giro brusco que te afectará de muchas maneras. No hace falta decir que físicamente tiene una condición que afecta a tu salud. Y provocará una reacción emocional.

Es probable que el cáncer te impida realizar tus actividades habituales debido a la fatiga causada por tratamientos como la quimioterapia, la falta de apetito, la tensión nerviosa o la depresión. La gravedad de la fatiga varía según el tipo de cáncer, el tratamiento y la persona. Aunque esta fatiga puede agotarte, no suele ser continua, y hay formas de afrontarla.

En algunos casos (cuando la fatiga está relacionada con la anemia o la depresión), los medicamentos pueden ayudar a aliviar esta fatiga. Habla con tus médicos para ver si la medicación es adecuada para ti. Cuando te sientas mejor, y para animarte, reserva un periodo de tiempo para hacer algo que realmente te guste. Ya sea un paseo por el parque, jugar con los niños, hacer yoga, pintar o ver una película divertida, son opciones que pueden ayudar. El placer que obtienes de las cosas sencillas de la vida puede ser suficiente para darte la fuerza necesaria para superar tu próximo ataque de desánimo. Además, muchas personas han descubierto que la meditación es útil para afrontar las difíciles condiciones físicas y emocionales que provoca el cáncer.

Enfrentarse al cáncer puede suponer una enorme carga emocional. Aunque hablar de las emociones tiene muchos beneficios, no todo el mundo tiene la misma facilidad para expresar sus sentimientos. Por ejemplo, puede que no te sientas cómodo hablando de ello o que tengas miedo de hacer que los demás se sientan incómodos. Recuerda que escribir es otra forma de expresar tus pensamientos y sentimientos; y, por último, llorar a gritos en privado puede ayudarte a desahogar esta carga en tu corazón.

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